martes, 16 de noviembre de 2010

LOS MILAGROS SÍ EXISTEN


EN HONOR AL SANTO SAN MARTÍN DE PORRAS
Era un día como tantos, que van pasando en nuestras vidas, en aquel año de 1962, Enero, para más precisar, época de verano, en el distrito de La Perla, Callao. Por urgencias que me daba el trabajo, en el cine La Perla, ubicado en el distrito de La Perla, que por cierto para ese entonces todavía era una sala de primera, donde se exhibían películas de estreno en simultáneo con otras salas de Lima y Callao (pues fue inaugurado el 29 de Julio de 1959).

Tenía un auto Chevrolet año 1952, seis cilindros, recién pintado y con algunos desgastes mecánicos, pues ya había sufrido volcadura antes de comprarlo.

Es el caso que conduciéndolo presuroso por la calle Maranga (Prolongación Maranga), a corta distancia para llegar al Jr. Alfonso Ugarte por evitar un obstáculo que se encontraba en la pista, viré el timón casi perdiendo el control del vehículo.

Entre el cruce de la calle Maranga y Alfonso Ugarte existía un espacio vacío, plano de tierra, de unos 30 mts2, donde se encontraban dos niños de unos 6 a 7 años cada uno, quienes al ver que el auto se salía de la pista corrieron hasta recostarse a la pared, yo dentro del vehículo logré ver a los niños en su carrera y hasta que se pararon recostados a la pared, sus rostros mostraban ansiedad, terror, miedo, pues el vehículo que manejaba iba directo a ellos.

Yo, asustado, pisaba el freno una y otra vez, y trataba de desviar el vehículo, pensando en lo supremo, sudoroso, nervioso y el vehículo no se detenía, faltando menos de un metro para llegar a los niños, el vehículo se detuvo, como si una fuerza superior a la máquina hiciera que éste se detenga, los niños levantaron los brazos quedándose atónitos unos segundos, corrieron buscando seguramente sus casas y su seguridad.

Yo, aún atónito y casi paralizado, bajé del vehículo, ya no veía a los niños, persignándome agradecí a Dios Supremo, Señor, al beato hoy santo San Martín de Porres, a quien ya en otras oportunidades me había encomendado, pidiéndole apoyo en circunstancias muy difíciles, recibiendo su ayuda en todos los casos (para los escépticos diría, si sufren y viven sin fe, sus penas serán siempre más intensas y la felicidad más distante).

Es así como volví a subir a mi auto, pisando el freno, que seguía sin funcionar, bajé nuevamente, miré el suelo y habían algunas manchas de humedad, por lo que tuve que suponer que se había derramado el líquido de freno y por lo tanto no funcionaba el freno de mano, no funcionaba, así lo compré, debo recordar que fue mi primer carro que compraba.

Todos los que viven en el distrito de La Perla y Bellavista que pasan por las intersecciones que he mencionado (Prolongación Maranga y Alfonso Ugarte) hoy se encuentra una urna donde está el Santo San Martín de Porras, para suerte de todos los que viven a su entorno, rogaré me comprendan, para que esto suceda (no tuve ninguna oportunidad de participación en honor a la verdad) pero si mi reconocimiento y agradecimiento eterno en nombre de Dios a San Martín de Porras que hoy ocupa ese lugar.

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